Significado del nombre: Rhacolepis fue nombrado por Jean Louis
Rodolphe Agassiz en 1841 y su nombre
significa “Pez de Aletas Rayadas".
Clasificación científica:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Infrafilo: Gnathostomata
Superclase: Osteichthyes
Clase: Actinopterígios
Subclase: neopterygii
Infraclase: teleósteos
Superorden: Elopomorpha
Orden: Crossognathiformes
Familia: Pachyrhizodontidae
Género: Rhacolepis
Especies:
Rhacolepis buccalis (Jordan y Branner ,1908)
Rhacolepis latus (Agassiz, 1841)
Período que hábito: del Aptiense, periodo Cretácico
inferior aproximadamente hace 95 a 113 millones de años.
Localización actual: formación Santana, Ceará, Brazil.
Hábitat: mares de poca profundidad.
Dimensión: 20 centímetros del longitud.
Tipo de alimentación: carnívoro nectónica, pequeños camarones del género
Paleomattea deliciosa se han conseguido en sus estómagos así como pequeños
peces de la especie Santanichthys y del orden Gonorynchiformes.
Rhacolepis es un género extinto de
peces teleósteo o de esqueleto óseo con aletas radiadas, análisis esqueléticos
ha revelado que sus vértebras contienen anillos de crecimiento, al igual que
los árboles, estos anillos permiten a los científicos determinar cuántos años
vivió y correlacionar el envejecimiento con el crecimiento, los primeros corazones
completos fosilizados se han recuperado de esta especie. Los paleontólogos está
colaborando con ecólogos de peces con el Ministerio de Recursos Naturales de
Ontario y con los ictiólogos de la Universidad de Guelph, Ontario, utilizando
estas nuevas técnicas analíticas para obtener más datos del comportamiento de
los fósiles.
Además, los investigadores han
encontrado al menos dos Rbacoiepis hembras que contienen ovocitos fosilizados
(huevos en desarrollo), esto ha permitido determinar que esos Rhacolepis se
estaba preparando para reproducirse cuando murió hacia el final de la primavera
biológica de su quinto año.
Hallazgos: El registro fósil ha permitido conocer apenas el 2% de
las especies que alguna vez han poblado nuestro planeta. Y si hablamos de
preservación de tejidos (músculos, piel u otros órganos) la proporción se
reduce notablemente. Por eso el hallazgo del primer corazón fosilizado de un
animal prehistórico constituye un hito en la paleontología ya que permite a los
expertos comprender con mayor profundidad los patrones evolutivos de los
órganos.
Este descubrimiento publicado en
la revista eLife, muestra el corazón fosilizado y perfectamente conservado con
una antigüedad de entre 113 y 119 millones de años, de un Rhacolepsis, un pez de
esqueleto óseo y primo de la mayoría de los peces actuales. El fósil había sido
hallado en la formación Santana, al noroeste de Brasil unos años atrás, pero su
análisis reveló recientemente lo que escondía en sus entrañas.
Gracias al uso de microscopía tomográfica
de rayos X de fuente sincrotrón, una técnica que permite escanear fósiles en
tres dimensiones, sin dañarlos, y el equipo formado por José Xavier-Neto, del
Laboratorio Nacional de Biociencia de Brasil, Lara Maldanis, de la Universidad
de Campinas, Vicente Fernández, del European Synchrotron Radiation Facility y
científicos de Suecia, los expertos detectaron no solo un corazón, sino también
fibras musculares y partes del estómago.
La información obtenida del
corazón de este Rhacolepis muestra que se encuentra en una etapa intermedia
entre aquellos con muchas válvulas, como el pez calamita, Erpetoichthys calabaricus,
que tiene nueve válvulas y el modelo más sencillo de los teleósteos actuales
que solo tienen una. El Rhacolepis tiene cinco. Esto resulta un dato
fundamental para alimentar nuestro conocimiento en anatomía comparada ya que
muestra un eslabón entre la configuración más primitiva de muchas válvulas y la
más moderna. Este hallazgo, por ahora único, contribuye a comprender la
evolución anatómica desde un punto de vista nuevo, casi toda la información
obtenida hasta la fecha provenía de huesos, ahora los tejidos blandos, con
características evolutivas propias, aportan una nueva enseñanza.
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