Los pelicosaurios también
llamados teromorfos, son un orden extinto de amniotas sinápsidos, lejanamente
emparentados con los mamíferos. De modo tradicional han sido considerados
reptiles, pero dado que están más emparentados con los mamíferos que con el
resto de reptiles, hoy se los excluye de los saurópsidos.
Se trata de una agrupación
parafilética, es decir, que no incluye a todos los miembros de la misma rama
evolutiva y no comparten ninguna apomorfía o novedad evolutiva que permita
agruparlos. En realidad, son una colección de géneros basales de sinápsidos sin
caracteres derivados en común.
El término pelicosaurios se sigue
usando de manera informal para denominar a los sinápsidos basales o primitivos
que no son terápsidos.
Se supone que los pelicosaurios,
como los mamíferos actuales, eran endotérmicos, es decir, mantenían constante
su temperatura corporal y fueron, probablemente, los primeros animales en
conseguirlo. Se cree que la vela dorsal que algunos poseían tenían una función
termorreguladora ya que su gran superficie les permitiría captar o ceder calor
con facilidad.
Los pelicosaurios aparecieron en
el Pensilvánico del Carbonífero Superior y se extinguieron a finales del
Pérmico. Tras la formación del supercontinente Pangea, las tierras emergidas
superaron a las áreas oceánicas por primera vez en la historia geológica. El
resultado fue el desarrollo y diversificación de los vertebrados terrestres, en
especial los pelicosaurios, a comienzos del Pérmico, el 70% de las especies de
amniotas eran pelicosaurios, mucho más numerosos que los saurópsidos.
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